Intervenir en el mundo, una actitud ética

Consuelo Álvarez de Miranda: ¿Cómo fuiste involucrándote cada vez más en proyectos solidarios? Alejandro Sebastián: Pues desde “No vivo solo”, desde esa necesidad de compartir el disfrute, y de cultivar el sentido de grupo. Pero “solidari- dad”, hago una matización aquí, es una palabra que creo que deberíamos revisar, el término de “solidaridad” puede ser un poco perverso porque implícitamente parece que implica que el problema es de otro, no nues- tro, ¿no? Usar estos términos de “solidaridad”, “ayuda”,... nos sitúa des- de el primer momento en un planteamiento erróneo. Yo creo que el reto pasa precisamente por el “No vivo solo”, por entender que son proble- mas de todos, y que el mercado global, el comercio, el desigual acceso a oportunidades y recursos, los desastres naturales… son problemas que se manifiestan unas veces en Haití y otras veces en Nueva Orleans, pero al final debemos entender que vivimos en sistemas interconectados, glo- bales, y que son problemas de todos, afecten más aquí o allá. Consuelo Álvarez de Miranda: Y cronológicamente, ¿cuándo empezas- te, digamos, a estar cada vez más involucrado en ese tipo de accio- nes? Alejandro Sebastián: Pues creo que siempre buscamos ese momento de revelación, ¿no?, una experiencia particularmente reveladora o sensibi- lizadora. Yo no creo que en mi caso la haya, creo que ha sido un proceso. Yo tuve una infancia fácil y desde pequeño me ha gustado compartir lo que tenía e intentar que otros pudieran disfrutar de esas oportunidades de las que yo disponía. Compartir el disfrute. Desde 2004, 2005, con 19 años, empecé a buscar experiencias de voluntariado internacional; en 2008 caí en Guatemala en una organiza- ción local de la que me enamoré; me fui implicando más y más durante los siguientes 3 años y en 2010 constituí CONI, la ONG de la que os ha- blaré a continuación. Previamente hubo muchos años de ir involucrán- dome cada vez más en los aspectos de gestión y de estrategia, muchos años de aprendizaje y de formación de criterio. Un proceso afortunada- mente infinito, marca de la casa en “Estudio”.

Defender los Derechos Humanos 157

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