Intervenir en el mundo, una actitud ética

unos carteles que rezaban “Homenaje a Miguel Hernández” y que mis recién estrenados compañeros, con los que no llevaba ni unas horas en la Facultad, hacían comentarios acerca del cartel preguntándose si Mi- guel Hernández sería un profesor jubilado o si podía tratarse de un es- tudiante al que le hubiera sucedido algo. No sabían quién era Miguel Hernández. Nosotros si sabíamos que Miguel Hernández era un gran poeta. Mis compañeros aprendían las cosas de memoria. Tenían una me- moria tremenda. Utilizaban los libros de manera fantástica, pero redac- taban mal y no sabían hablar en público ni tomar apuntes. Bueno, lo sa- bían hacer, pero lo hacían peor que nosotros. La situación en España era muy complicada. Había un sindicato de es- tudiantes, el SDEUM, Sindicato Democrático de Estudiantes de la Uni- versidad de Madrid. Aunque era completamente ilegal había elecciones y muchos alumnos de “Estudio” ganábamos esas elecciones simplemen- te porque sabíamos hablar a nuestros compañeros. Yo fui delegado de curso desde primero hasta que dejé la Universidad provisionalmente al ser llamado para hacer la mili. Fui también delegado de la Facultad, si bien es cierto que fui un delegado en la clandestinidad y por sólo unos meses. Era 1970. Fueron años muy complicados y peligrosos para la opo- sición democrática en España. Mi paso por la universidad fue duro. Muy duro. Conocí las persecuciones y las detenciones policiales y conocí a magníficos estudiantes que sucumbieron en ese entorno hostil de una universidad tomada por la policía uniformada y la policía política secreta. carlos hernández Quero: Economista, doctor en Derecho, experto en el Sector Eléctrico, has consagrado tu actividad profesional a las Cien- cias Sociales, ocupando con frecuencia puestos de responsabilidad en entidades de diversa naturaleza: Delegado del Gobierno en la Ex- plotación del Sistema Eléctrico, presidente de Red Eléctrica de Espa- ña SA y vocal de la Comisión Nacional de la Energía. ¿En qué medida la educación recibida ayudó a forjar tu implicación en la res pública? Jorge fabra utray: El ambiente que vivíamos en el Colegio, no era solamen- te producto del propio centro sino también de las familias que llevaban a sus hijos a “Estudio”. Es decir, de los padres de los alumnos y, por tanto,

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