Intervenir en el mundo, una actitud ética

Marta Blanco: antes la evaluación era de carácter más instintivo, pero se ha estandarizado mucho gracias a la aportación de expertos en educa- ción, en evaluación y en interculturalidad que hemos tenido en los últi- mos años. Como en un colegio, existe la evaluación continua, en la que se van evaluando los campamentos. también hay una evaluación están- dar, porque en un tema de voluntariado puedes mezclar cómo se lo han pasado con cuánto han aprendido. a eso nos han ayudado los expertos. Hay una serie de herramientas de evaluación, estándares, que se pue- den aplicar. Se basa mucho, también, en dejarte caer y aprender, algo que tiene mucha relación con el Colegio “Estudio”. Hay que dejar que el niño falle para que se dé cuenta de por qué ha fallado. En el Colegio “Estudio”, dentro de un nivel académico, dejan que explores los posi- bles errores, para que luego puedas subsanarlos. Alba Fernández: CISV trabaja desde hace tiempo sobre resolución de conflictos, ¿Qué actividades podrías destacar en este campo? Marta Blanco: Existe una actividad que se utiliza mucho con los niños, el Peace-War-Peace . En este juego los niños, divididos en grupos, comien- zan a construir algo. luego se les hace rotar para que estén con lo que otros niños han construido, ya sea una ciudad o un dibujo. Se les pide que creen la guerra en esa construcción, se les devuelve entonces su proyecto original, y se les dices que creen otra vez la paz. Es una acti- vidad que se hace mucho con los niños de once años, y que les hace re- flexionar sobre que, tras una guerra o después de la violencia y la des- trucción, es muy difícil que vuelvan a tener lo que tenían antes. Alba Fernández: ¿Qué tipos de conflictos son los que se tratan en CISV? Marta Blanco: depende de la edad. Cada campamento tiene un tema, y se intenta abarcar lo máximo posible. Se tratan la identidad, el respe- to… Es muy difícil enumerar los conflictos sobre los que se puede tra- bajar. la resolución de conflictos es también tener un sólo bolígrafo en un grupo de treinta, y tener que compartirlo. Es aprender a afrontar los retos que presenta cada actividad.

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